Vecinos denuncian que los ladrones roban “al ritmo del
tren” en el túnel de Lacroze
Crecieron los robos
de carteras y billeteras en el barrio porteño de Colegiales: golpizas y hasta
asaltos a mano armada.
Por
Claudio Corsalini- Diario Perfil
Los
resultados indican que la construcción del túnel en el cruce
de la avenida Federico Lacroze y las vías del ferrocarril Mitre sirvió para aliviar el tránsito de la
zona. Sin embargo, los beneficios para la circulación que trajo la obra son tan
visibles como los problemas de seguridad. Para los vecinos de
Colegiales, desde que se inauguró el “sapito” se dispararon los hechos
delictivos.
Robos
de carteras y billeteras, golpizas y hasta asaltos a mano armada en los
negocios linderos a las entradas del viaducto son algunas de las situaciones
que los vecinos denuncian como habituales.
Las pasarelas
del túnel son el
espacio que mayor inseguridad ofrece el lugar. El ancho de estos senderos
peatonales –de apenas 1,20 metro– se convierte en una trampa, sobre todo cuando
llega alguna de las casi noventa formaciones que circulan a diario por las vías
del Mitre. Los delincuentes toman el tiempo que el tren tarda en recorrer los
300 metros que separan el puente de la calle Jorge Newbery con la estación
Colegiales. “Apenas cruza el puente, bajan al túnel, roban, salen corriendo y
se suben a la formación que ya está arrancando. Lo tienen todo calculado”,
asegura Juan Carlos Ares, vecino y comerciante de la zona. Ares sufrió un
asalto bajo el túnel. “Fue a las 9.30, cuando iba al banco. El ladrón salió
corriendo y se subió a una moto que lo esperaba en la esquina”, dice.
La
situación también se repite en las horas pico.
Otro de los rincones más inseguros son las escaleras y las rampas de acceso. En
la mayoría de los casos, las víctimas son personas mayores o de movilidad
reducida. La situación llegó a tal punto, que muchos vecinos prefieren tomar un
colectivo para que los cruce de un lado al otro de las vías del Mitre. Y a
veces deben esperar media hora un colectivo para hacer un trayecto de tres
cuadras.
“Estuvimos
ocho meses sin cámaras en el túnel, y cuando las instalaron no funcionaban
porque faltaba el tendido de fibra óptica. Hace unos días las terminaron de
conectar, pero los robos continúan”, asegura Marcia Hashiba, titular de la
Asociación de Comerciantes, Vecinos y Profesionales de Colegiales.
Según
se quejan los vecinos, la zona representa un polígono con
control ausente de la policía. En el cruce de Crámer y Lacroze
intervienen tres comisarías de la Federal –las seccionales 37, 31 y 33– y
“ninguna se hace cargo”, según se quejan. “Además, nos dicen que no pueden
intervenir porque no reciben denuncias. Hicimos presentaciones pero no
responden como quisiéramos, con mayor presencia policial”, agrega por último
Benito Cristófaro, un farmacéutico con más de 40 años enel barrio.
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